Cómo nos dimos a conocer
A la hora de darnos a conocer para nuestro proyecto DFC (Design for Change), decidimos aprovechar el gran alcance de las redes sociales, especialmente aquella que resulta ser la más popular entre la gente de nuestra edad: TikTok. Consideramos que sería una herramienta perfecta no solo para promocionar nuestro escape room en el museo de la facultad, sino también para generar interés y emoción entre nuestros compañeros y otros posibles participantes.
La creación de los videos fue una experiencia increíblemente divertida y colaborativa. Elaboramos dos videos con enfoques distintos pero complementarios, cuidando tanto el contenido como la edición para que fueran atractivos y lograran captar la atención del público.
El primer video: Este tenía un tono más directo y se centraba en anunciar el evento. Queríamos que la idea principal quedara clara: “Un escape room único en el museo de la facultad”. Incluimos información clave como las fechas, horarios y un pequeño adelanto del concepto del escape room, pero sin revelar demasiados detalles, ya que queríamos mantener el factor sorpresa. Para darle un toque llamativo, utilizamos música de moda, efectos de texto dinámicos y transiciones rápidas que mantuvieran al espectador enganchado. La idea era que cualquiera que viera el video supiera al instante de qué se trataba y se sintiera motivado a participar.
El segundo video: Aquí adoptamos un enfoque más narrativo y visualmente atractivo. Mostramos el camino hacia el museo de la facultad, incluyendo referencias visuales clave para que los participantes pudieran ubicarse fácilmente. Queríamos que, además de promocionar el evento, el video sirviera como una pequeña “guía” para los interesados. Pero lo más emocionante de este segundo video fue la presentación del protagonista del escape room. Este personaje, que era una figura central en la historia y los retos del escape room, fue introducido de manera misteriosa y cautivadora. Su aparición generó mucha curiosidad y dio pie a especulaciones entre los espectadores, lo cual era justo lo que buscábamos: despertar interés y entusiasmo.
La creación de los videos no solo fue una forma efectiva de promoción, sino también una actividad que nos unió más como grupo. Desde la lluvia de ideas inicial hasta las grabaciones y la edición, todo el proceso estuvo lleno de risas, creatividad y aprendizaje. Tuvimos que coordinar horarios, elegir locaciones, pensar en guiones y superar pequeños retos técnicos. Pero, sobre todo, disfrutamos mucho poniéndonos en el lugar del público y pensando en cómo sorprenderlo.
El impacto de los videos fue mayor de lo que esperábamos. En cuestión de horas, comenzaron a recibir visualizaciones, likes y comentarios. Varios compañeros nos escribieron para preguntar más detalles o simplemente expresar lo emocionados que estaban por participar. TikTok nos permitió no solo llegar a una audiencia amplia, sino también conectar con ellos de una forma más cercana y entretenida. Fue gratificante ver cómo nuestra idea inicial se convertía en una realidad que generaba tanta expectativa y alegría.

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